Estimado Víctor Hugo, habiendo nacido en 1975, la memoria de esos años es algo que aprendimos durante los años de escuela y, posteriormente, por motus propio mendiante el hábito de la lectura.
Para muchos de nosotros, una generación criada en la imberbe democracia política post dictadura infame de los ’70s, que permaneció vendada por otros treinta años por una dictadura mediática de la todavía hoy somos víctimas y que nuestras clases dirigentes han temido hasta ahora, referentes como usted son muy importantes para desenmascarar la mentira día a día… sobre todo porque son un modelo, muestra de integridad, que transpira la convicción de quien dice lo que cree y no lo que le imponen grupos mediáticos viciados por el egoísmo e intereses económicos e ideológicos retorcidos que al principio cuesta desenmascarar, pero que finalmente están cayendo por su propio peso y van perdiendo credibilidad.
A los que deseamos una verdadera democracia, especialmente una sustentada por una verdadera libertad de expresión, nos hacen falta más personas como usted que nos enseñen a vivir con convicciones.
Esta prueba documental es muy importante y estoy muy contento que la haya compartido; lamentablemente no la he visto publicada en ningún pasquin de morondanga de larga tirada ya que continúan empeñados en publicar la mentiras bajo el lema, miente… miente… que algo quedará. Puede que algo quede, pero eso no importa, veo que eso lo alienta a no bajar los brazos y redoblar su apuesta; Créame, para los que queremos sacarnos las vendas, esto lo hace un mejor modelo aún y nos alienta a seguir este ejemplo.
Muchas gracias! Atentamente, Alejandro Masip
